Actualmente somos testigos de movimientos sociales recientes y reivindicativos, como los Indignados del 15M, acampados por diferentes partes de España, manifestándose por una participación más activa del ciudadano en la toma de decisiones del país. Creándose a partir de aquí importantes plataformas como la denominada: ¡Democracia Real Ya!. A nivel de redes sociales, vimos como en Twitter se sucedían una serie de etiquetas (hashtags) como la famosa #spanishrevolution, para hacer referencia al movimiento. La rápida propagación en los medios del fenómeno facilito la expansión a otras ciudades de diferentes partes del mundo como Estados Unidos, Italia, Francia o América latina. Es imprescindible mencionar en este momento, las incipientes protestas del mundo árabe, iniciadas en 2010 (Primavera Árabe), y sin precedentes similares por sus reivindicaciones de carácter social, por la lucha de las libertades democráticas y mejoras en la calidad de vida. Túnez desencadeno una propagación en cadena, a la que le siguieron países como Egipto (referencia en una anterior entrada), entre otros, con la caída de sus respectivos regímenes autoritarios.
Sin duda, Internet y la denominada "gran masa activa" de colaboración virtual, está desarrollando un cambio colectivo, de índole ideológico. El poder de la red ha provocado que la gestación de inquietudes individuales se hayan convertido en luchas colectivas con el poder necesario para hacer posible un cambio sociológico de raíz, en busca de un mundo más justo*.
Infografía cedida para ilustrar la entrada, por gentileza de Sarah Wenger
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